02-05-2023
Microbiota intestinal: características y factores que influyen
La colonización microbiana influye en la salud de un individuo ya que está implicada en muchas de las variables que la determinan como la biología (genética, desarrollo, etc.), el estilo de vida (alimentación, ejercicio, etc.) y factores del medio ambiente (factores externos físicos, químicos, etc.).
El término microbiota hace referencia a la comunidad de microorganismos vivos reunidos en un nicho ecológico determinado. En concreto, el tubo digestivo del ser humano alberga una población numerosa, diversa y dinámica de microorganismos, principalmente bacterias, pero también hongos, virus y protozoos, que se han adaptado a la vida en las superficies mucosas o en la luz del intestino.
Precisamente, el intestino humano es el órgano que contiene la mayor población de microorganismos de todo nuestro cuerpo, ya que acoge aproximadamente el 70 % de toda la microbiota del ser humano. En condiciones normales, la mayoría de las especies identificadas pertenecen a los filos Firmicutes y Bacteroidetes.
Resulta interesante conocer las características y la composición de la microbiota intestinal, algunos de los factores que influyen en ella y algunas recomendaciones útiles para mantener una buena salud digestiva.
Características y composición de la microbiota intestinal
La microbiota intestinal incluye muchas especies nativas que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal, aunque también hay una serie variable de microorganismos que solo lo hacen de manera transitoria.
La caracterización interindividual es el conjunto de características englobadas en la genética y las exposiciones ambientales de cada sujeto que hace única su composición microbiana a nivel intestinal y lo hace diferente al resto de semejantes. Algunos estudios sugieren incluso la presencia de “signaturas” microbianas específicas en cada país o región, es decir, que existen ciertos patrones ecológicos en el microbioma intestinal de poblaciones. Esto probablemente sea debido a factores asociados a la etnia y a los factores ambientales específicos de cada región. Los factores ambientales que normalmente se suelen asociar a una mayor calidad de vida y mejor estado de salud, son la nutrición y el deporte.
Hasta hace algunos años, los conocimientos sobre la composición bacteriana de la microbiota intestinal se basaban principalmente en la información obtenida por cultivo de muestras de heces o de biopsias intestinales. No obstante, la información obtenida por un cultivo así es incompleta; en primer lugar, porque las técnicas de cultivo de microorganismos anaerobios tienen muchas limitaciones y, en segundo lugar, porque más del 50 % de las células bacterianas observadas en un examen microscópico de muestra fecal no se recuperan en medios de cultivo, es decir, la caracterización así es compleja e incompleta.
Asimismo, las nuevas tecnologías están proporcionando información novedosa sobre el ecosistema del intestino. Los estudios reflejan que cada individuo tiene un patrón microbiano muy característico y estable a lo largo del tiempo. Éste parece venir determinado en buena parte por el genotipo del propio individuo que selecciona su propia microbiota, siendo más parecido entre hermanos gemelos aunque ya no convivan, que entre parejas que conviven compartiendo alimentos y alojamiento. Sin embargo, también se detecta la influencia del ambiente como, por ejemplo, en individuos hospitalizados en una misma institución, que pierden diversidad especialmente si están sometidos a tratamiento antibiótico.
Factores que influyen en la microbiota intestinal
Desde el momento en que nacemos hasta que morimos, nuestra microbiota intestinal sufre una evolución en las diferentes etapas principales de la vida.
En primer lugar, nuestro sexo va a ser uno de los principales factores que va a caracterizar el microbioma, ya que existen diferentes concentraciones de hormonas y cada una presenta sus propios ciclos en función del sexo. Estas hormonas inducen cambios fisiológicos en el huésped que incumben la funcionalidad el tracto gastrointestinal y el microbioma entre otros.
Por otro lado, la colonización microbiana y el desarrollo de la microbiota intestinal propiamente dicha comienza en el parto, aun cuando pueda existir una exposición limitada a microorganismos durante la etapa fetal. Al nacer, el tracto gastrointestinal se coloniza produciéndose diferencias en la microbiota intestinal determinadas por la vía de nacimiento (parto o cesárea) y por el tipo de alimentación (lactancia materna o fórmula). Así, los bebés recién nacidos por parto vaginal tienen una microbiota inicial que se asemeja a la de la vagina materna, mientras que los nacidos mediante cesárea muestran perfiles propios de la piel o del ambiente. Por su parte, agentes como los antibióticos, incluso los administrados a la madre en forma de profilaxis, alteran la adquisición de la microbiota intestinal.
Durante la infancia y a lo largo de la vida, la composición microbiana también evoluciona de acuerdo con la edad y la dieta. En los dos primeros años de vida, la microbiota está dominada por las bífidobacterias, sin embargo, posteriormente la composición microbiana se diversifica y alcanza su máxima complejidad en el adulto con cientos de filotipos dominados por Bacteroidetes y Firmicutes.
Además, los organismos que componen la microbiota son determinados por los tipos de fuentes nutricionales, es decir, las características de la dieta que, junto con los factores genéticos, influyen en el predominio de unos microorganismos sobre otros. La abundancia o escasez de alimento determinará la presencia o no de especies bacterianas que se reproducen bien cuando hay disponibilidad ilimitada de alimentos, o de especies más eficientes cuando los nutrientes son escasos. En este sentido, estudios realizados en ratones a los que se les aportaba una dieta rica en grasa y azúcares y baja en polisacáridos vegetales, mostraban cambios en su composición microbiana y en sus vías metabólicas, desarrollando una mayor adiposidad, un incremento en bacterias del tipo Firmicutes y una disminución de Bacteroidetes.
Recomendaciones para mantener una adecuada microbiota intestinal y salud digestiva
Para modular la microbiota intestinal y mejorar la salud se pueden seguir diferentes actuaciones de intervención dietética con distintos nutrientes, incluyendo prebióticos, probióticos o simbióticos (combinación de prebiótico y probiótico), entre otras estrategias afines.
La alimentación resulta ser un elemento fundamental en la simbiosis entre microbiota y hospedador condicionando y modulando el establecimiento de la microbiota intestinal en el niño, su estructura y funcionalidad en el adulto. Las intervenciones dietéticas a corto plazo pueden inducir cambios rápidos en la composición de la microbiota asociada a variaciones drásticas en la cantidad de un determinado nutriente como, por ejemplo, la fibra dietética. Así, el consumo abundante de fibra dietética, frutas verduras y otros vegetales se asocia con incrementos importantes y significativos en las especies fermentativas.
En relación con los prebióticos y probióticos, según la ISAPP (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics), un prebiótico es un sustrato que es selectivamente utilizado por microorganismos del hospedador y confiere beneficios para la salud. Este concepto se puede aplicar a diferentes sustancias, incluyendo hidratos de carbono, polifenoles, ácidos grasos poliinsaturados, etc., que son compuestos selectivos sobre la microbiota.
Por otra parte, la FAO y la OMS, de forma conjunta, definieron los probióticos como “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del hospedador”. Estas especies pueden, tanto todo formar parte de la microbiota intestinal humana como ser beneficiosas para su adecuado mantenimiento.
Estas premisas se deben tener en cuenta como recomendaciones para complementar una adecuada alimentación saludable. Existen así en el mercado complementos alimenticios que contienen prebióticos y probióticos que, utilizados de manera correcta y en cantidades apropiadas, pueden proporcionar efectos beneficiosos en el huésped más allá de sus propiedades puramente nutricionales. Algunos de estos complementos pueden contener en su composición lactobacillus, bifidobacterias, fructooligosacáridos y vitaminas, que contribuyen al mantenimiento normal de la mucosa digestiva y la protección de las células frente al daño oxidativo, así como al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Un profesional sanitario como el farmacéutico, nos puede ayudar tanto a elegir la presentación más adecuada en nuestro caso así como indicarnos la forma de utilizarlos para obtener todos sus beneficios.
Referencias
- Guarner, F. Microbiota intestinal y enfermedades inflamatorias del intestino. Gastroenterol Hepatol. 2011; 34(3): 147-154. [Acceso: 07 de abril de 2023]. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0210570511000379
- De Gracia Galmés, S. Microbiota intestinal. Papel en la salud digestiva y en las enfermedades neurológicas. Trabajo de fin de grado, Universidad de Valladolid. 2019. [Acceso: 07 de abril de 2023]. Disponible en: https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/36870/TFG-M-N1622.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Icaza-Chávez, M.E. Microbiota intestinal en la salud y en la enfermedad. Rev. Gastroenterol. Méx. 2013; 78(4): 240-248. [Acceso: 07 de abril de 2023]. Disponible en: http://www.revistagastroenterologiamexico.org/es-pdf-S0375090613001468
- Álvarez, J. y cols. Microbiota intestinal y salud. Gastroenterol y Hepatol. 2021; 44(7): 519-535. [Acceso: 07 de abril de 2023]. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0210570521000583